Quizá con las herramientas informáticas que hay hoy en día, como programas de dibujo y retoque fotográfico e Internet como medio de propagación de ideas, pensar en pintadas, graffitis, pegatinas, pancartas o panfletos, parece algo absurdo o un gasto superfluo.
La propaganda en las calles, resulta mas vistosa y el objetivo es difundir una idea política, nacional, religiosa, reinvidicativa, difamatoria o anunciar un evento importante.
Las pintadas o se hacen con cubos de pintura y brocha o se hacen con spray aerosol, como ya he dicho eso cuesta un dinero. ¿Problema? No en todos los lugares se permite realizar una pintada y en algunos casos puede ser ilegal y la policía puede proceder a la identificación de los autores y ser sancionado con una multa.
El graffiti es la pintada elevada a arte en su máxima intensidad, en muchos casos refleja una inquietud meramente artística, alejada de cualquier manifestación reinvidicativa o política.
Las pegatinas con lemas políticos o reinvidicativos también son utilizadas por los activistas o afectados por alguna injusticia, suelen pegarlas en superficies lisas como el mármol de algunos edificios, las farolas, buzones o incluso escaparates de comercios, bancos, etc.
Las pancartas están hechas de tela como lona y en ellas se escriben eslogan que a veces van acompañados de logotipos de organizaciones políticas sociales o incluso algún dibujo de adorno.
Los panfletos políticos o de protesta tienen como objetivo informar de un ideario político, anunciar un evento significativo (manifestación) o de difamar al adversario.
Han sido diversos movimientos políticos y sociales que a través de la música han difundido sus ideas, protestas o reinvidicaciones. La banda de música anarkopunk Sin Dios, lo consideraba una forma de hacer panfletismo.
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