Artur Mas y los miembros de El Govern de Catalunya se han convertido en los héroes del 9 de Noviembre de 2014. El President de la Generalitat declaró publicamente ante los medios de comunicación: "Si la Fiscalía quiere saber quién es el responsable de abrir los centros de educación solo me tiene que mirar a mí. El responsable soy yo y el Govern".
No es de extrañar, que David Fernández, líder de La CUP diese un fuerte abrazo al President de la Generalitat. Al ser preguntado por este gesto, David Fernández respondió: "No voy a pedir disculpas por ser como soy." Y es que los catalanes no tienen porque pedir disculpas por ser como son.
La generosa autoinculpación de Artur Mas liberó de carga a los Mossos d'Esquadra, la policía autonómica catalana que había recibido la orden de la Fiscalía Superior de Catalunya de identificar a las personas responsables de permitir el acceso a los colegios electorales; o lo que es lo mismo, a los miles de voluntarios que se prestaron a formar parte de la organización encargada de velar por la transparencia y normalidad en las votaciones además del recuento de votos.
Los catalanes pueden echar muchas cosas en la cara a Artur Mas y CiU y al Govern de la Generalitat pero hay que quitarse el sombrero ante sus declaraciones. Artur Mas y los miembros del Govern han dado la cara por todos los catalanes que deseaban votar en una consulta sobre el destino político de su país.
No dudo que CiU y Artur Mas tengan interés en lavar la cara por la mala gestión del Govern, los recortes, la crisis y el Pujol Gate; pero el gesto de President y del Govern de asumir responsabilidades, puede que no les salga gratis.
UPyD denunció a Artur Mas por desobediencia, prevaricación y omisión de perseguir delitos. Plataforma per Catalunya ha presentado también una denuncia contra los organizadores de la consulta. La fiscalía está recabando datos y ha presentado querella contra Artur Mas y tres consellers ( Rigau y Espadaler y la vicepresidenta Ortega) por desobediencia y prevaricación.
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