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martes, 28 de julio de 2015

Por primera vez en mucho tiempo, existe un David (Catalunya) que puede vencer a Goliath (Estado español)

En una entrevista concedida a el periódico Público, El coronel expulsado del ejército español, Amadeo Martinez Inglés es preguntado sobre la posibilidad de que el ejército español invadirá Catalunya.

Amadeo Martinez Inglés asegura que el ejército español solo cuenta con 15.000 o 20.000 soldados operativos, el resto es ciencia ficción, aunque supuestamente sean una lista de 80.000 militares, los combatientes no pasan de 20.000 efectivos, algunos de ellos participan en misiones en el extranjero.

Martinez Inglés considera que España tiene un miniejército de risa para una invasión de un territorio tan grande como Catalunya. Para tomar la ciudad de Barcelona harían falta un mínimo de 100.000 soldados. El Coronel asegura que el ejército podría actuar con nocturnidad y alevosía y dar un susto cualquier noche. Pero a la larga, la ocupación militar española de Catalunya es una quimera imposible, tanto logística como economicamente.

Amadeo Martinez Inglés afirmó en esta entrevista que el ejército español no invadiría Catalunya y achacó esos delirios de invasión a "cuatro militares retirados de ultraderecha", pero después se desdijo y denunció la operación Estela: un plan del estado español que incluye la toma de varios centros de poder por efectivos del ejército español.

Mi opinión es que el ejército español va a invadir Catalunya y con la ayuda de efectivos del Cuerpo Nacional de Galicia y La Guardia Civil intentarán a toda costa impedir que se haga efectiva la Declaración Unilateral de Independencia en Catalunya: esto puede incluir disturbios, represión, controles de carretera, censura de medios de comunicación, ocupacion de edificios oficiales, etc. Si los independentistas y el resto de los catalanes democratas se niegan a aceptar este estado de sitio y ofrecen resistencia, puede acabar en un conflicto armado cuya intensidad dependerá de ambos bandos.


La Declaración Unilateral de independencia del pueblo catalán en caso de que las fuerzas soberanistas obtengan la mayoría en las elecciones del 27 de septiembre de 2015 es un hecho que está ahí y es inevitable.
La acción de los independentistas, traerá la represión del estado español, y la más que probable reacción popular contra un régimen que harta a un 75% de los catalanes, y a muchos ciudadanos del estado español.

Del caso vasco, podemos aprender que el nacionalismo e independentismo desunidos no consigue la independencia, de que la prolongación de un conflicto durante décadas, degrada la causa independentista y genera división y odio en la sociedad. Un grupo reducido de hombres armados "apoyados" por una minoría que no se implica no consigue la independencia.

Una revolución o un proceso soberanista tendrá que fraguarse en 5 años a partir de la DUI o lo más probable es que fracase, los independentistas tendrán que pedir tiempo muerto y analizar que han hecho mal pero eso no va a suceder.

He analizado todos los movimientos que ha hecho el soberanismo catalán y tengo que quitarme el sombrero. Lo han hecho perfecto y van a seguir haciéndolo bien, incluso puedo decir que el pueblo catalán está preparado para hacer frente la amenaza del estado español y que lo hará con seny, unidad, firmeza y perseverancia. No sé como explicarlo, es un presentimiento muy fuerte que nace de mi interior. 

Tengo fe en su victoria. Su apoyo a la independencia de Catalunya, es una expresión de indignación y rabia contra un régimen español que les roba y les maltrata, una realidad que está unida a una crisis económica mundial que puede traer el colapso del sistema. Catalunya no tiene nada que perder, al intentar la secesión, con España no hay futuro.

En el pasado, nunca he apoyado un movimiento político con entusiasmo al 100%: ni al independentismo vasco, ni al independentismo gallego, ni al anarquismo, ni a otros movimientos políticos como PODEMOS: siempre había o hay algo que parece que impide conseguir los objetivos que esos movimientos y sus militantes habían preestablecido. Me aburren las sectas y los movimientos políticos que hacen de sus causas una forma de vida y de pasar el tiempo. En el caso catalán, veo un pueblo en movimiento.

Por primera vez en mucho tiempo, existe un David (Catalunya) que puede vencer a Goliath (Estado español)

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