A la denuncia del Coronel Amadeo Martinez Inglés de la existencia de una operación militar del ejército español para detener la «rebelión catalana» en favor de la independencia de Catalunya y al artículo de la revista El Triangle que describe el gran obstáculo que supone La OTAN en caso de secesión, hay que añadir otro escollo mas: la oligarquía empresarial catalana.
Según informa el periódico ElConfidencial, El líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba cenó con el Conde de Godó y la elite empresarial catalana que pide una tercera vía, al escenario actual de autonomía y a la alternativa soberanista impulsada por el president de la Generalitat Artur Mas. Durante la cena, los empresarios catalanes manifestaron su preocupación por la crisis abierta causada por el desafío soberanista. Ellos consideran que la inestabilidad institucional a la que hay que sumar la crisis económica, supone un riesgo añadido a buena parte de sus negocios . El dirigente socialista propuso la constitución española como solución y una reforma hacia una monarquía federal como la única alternativa posible Y esa alternativa será lo que ofrezca Rubalcaba a Artur Mas. Aunque desde La Moncloa, conocedores de esta reunión, esta tercera vía propulsada por Rubalcaba no se la toman muy en serio. El presidente de España Mariano Rajoy no está dispuesto a romper el marco constitucional por las pretensiones de CiU y de ERC de realizar una consulta.
Los asistentes de la reunión fueron los siguientes:
- Javier Godó, presidente del grupo Godó y vicepresidente de La Caixa que hizo de anfitrión.
- Isidre Fainé, presidente de CaixaBank.
- Leopoldo Rodés, ex-presidente de Mediaplanning.
- Marc Puig, el presidente de Puig.
- Isak Andic, presidente de Mango.
- Josep Oliu, presidente del Banco Sabadell.
José Manuel Lara, presidente del grupo Planeta también estaba invitado pero no pudo asistir.
A este grupo selecto de empresarios catalanes, se le denomina como el G-7 y son considerados la flor y nata de la oligarquía empresarial catalana. Por su participación en sectores financieros e industriales que cotizan en el Ibex-35 y por pertenecer a grupos familiares con cierta tradición en el mundo de los negocios.
Muchos e preguntarán por qué El Conde de Godó ha cambiado de postura. En el artículo de e-noticies titulado El viaje de la familia Godó del franquismo al independentismo y colgado en la web http://www.meneame.net ,existe un comentario muy interesante sobre artículo. Una mujer que asegura ser esposa de un trabajador del periódico La Vanguardia perteneciente al Grupo Godó, describe la forma de pensar y actuar de El conde de Godó, que debe ser similar a la del resto de empresarios pertenecientes al G-7:
Mi marido ha trabajado durante 42 años en La Vanguardia y siempre ha dicho que ha sido un periódico que ha ido con el régimen o partido gobernante.Por otra parte el conde de Godó no da puntada sin hilo y si ahora apoya la independencia es porque tiene información fehaciente y veraz de que las cosas van a ir por ahí. Solo digo un ejemplo: un año antes de que estallara la burbuja inmobiliaria vendió a muy buen precio todos los edificios que tenía en la calle Pelayo y el edificio y los terrenos adyacentes que albergaban las rotativas en Pueblo Nuevo, quedándose solamente una nave industrial en la Zona Franca y un edificio en la Diagonal.
Resumiendo, dime con quien andas y te diré quien eres. El Conde de Godó pertenece a esta estirpe de empresarios catalanes que siempre busca hacer negocios bajo el manto protector del poder. Todas sus decisiones se realizan en base a informaciones fehacientes y veraces, y todos sus movimientos obedecen a una búsqueda persistente de beneficios económicos, corriendo los mínimos riesgos posibles.
Los contrarios a una Catalunya independiente, insisten en que la consecución de la independencia solo traería inestabilidad política, la quiebra económica, el empobrecimiento del pueblo catalán, el boicot a los productos catalanes, la expulsión de la Unión Europea, la salida del Euro, la imposición de aranceles, etc. Pero estos argumentos supongo que ya eran de sobra conocidos por el Conde de Godó. ¿El Conde de Godó habrá recibido presiones del estado español para cambiar de postura? ¿El estado español habrá hecho ver al G-7 su disposición a autorizar una intervención militar del ejército español en Catalunya aunque eso suponga un incremento de la inestabilidad en la región y afecte a los intereses de la oligarquía empresarial catalana?¿El estado español habrá prometido al G-7 dar algún trato de favor en sus proyectos empresariales a cambio de su apoyo a la permanencia de Catalunya dentro de España? La petición de este grupo de empresarios de "una tercera vía" parece una forma de salvar los muebles, de paso hacer negocios y servir de justificación ante la sociedad civil catalana, que se manifiesta disconforme con el trato dado a Catalunya por parte del gobierno central.
La noticia de la reunión del G-7 con Rubalcaba prueba que la oligarquía empresarial catalana no ha ejercido su influencia sobre la sociedad catalana para que tomase partido por el soberanismo. Por supuesto, hay empresarios que apoyan la independencia pero no es el caso del G-7. Un hecho, que contradice la creencia de detractores acérrimos del nacionalismo catalán, que afirman que las ansias de independencia de la mayoría de los ciudadanos catalanes responden a los telemanejes de la oligarquía empresarial catalana.La actitud de la oligarquía catalana ante un proceso de secesión se me antoja que ha sido reacia desde un principio.
¿Por qué el president de la Generalitat Artur Mas impulsó el proceso soberanista? Quizá para que sirviese de cortina de humo y así tapar la mala gestión al frente de la Generalitat y los trapos sucios de CiU. A lo mejor, CiU consideró que abrir un proceso soberanista era la mejor forma de presionar al gobierno central y conseguir algunas concesiones económicas y mayores cuotas de gobierno para Catalunya. ¿Problema? Los catalanes se manifestaron de forma masiva en las calles en favor de la independencia como nunca antes había sucedido y se ha creado muchas expectativas en torno a una Catalunya como estado independiente. Algo que no se puede borrar de un plumazo. Tengo la sensación de que a Artur Mas y una parte de CiU le gustaría frenar el proceso soberanista, pero ahora no saben como salir del atolladero y explicar la marcha atrás a su electorado y al resto de la sociedad civil catalana que apoya la independencia, sin pagar un altísimo coste electoral.
Yo tengo fe en el movimiento soberanista catalán impulsado por gran parte de la sociedad civil catalana a través de la ANC. Que la oligarquía empresarial catalana o parte de CiU no se sientan a gusto ante la situación generada, no debería ser un gran impedimento para la celebración de un referéndum. Todo pueblo debe tener derecho a decidir su futuro y Catalunya no puede ser la excepción.
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