El pago con monedas de escaso valor ha sido utilizado como método de protesta en diversas ocasiones por particulares y asociaciones. El recuento moneda a moneda del importe total produce una ralentización en el funcionamiento de los organismos públicos, bancos, etc que lo llevan a cabo, siendo el objetivo de la protesta. Aunque parece ser que existe una limitación; porque el receptor del pago puede negarse a ello algunos casos determinados:
El Artículo 5 de la Orden de 23 de marzo de 1999, del Ministerio de Economía y Hacienda (BOE núm. 77, de 31 de marzo de 1999), establece en relación al poder liberatorio de las monedas de euros de 1, 2, 5, 10, 20 y 50 centimos, 1 y 2 euros, lo siguiente: “Estas monedas serán admitidas sin limitación alguna en las cajas públicas, y entre particulares, de conformidad con el artículo 11 del reiterado Reglamento (CE) número 974/98, nadie estará obligado a aceptar más de cincuenta monedas en cada pago.”Les dejo a continuación un artículo publicado en el diario 20minutos.es con un ejemplo que sucedió en realidad:
Un parado paga una multa de tráfico de 200 euros en monedas de uno, dos y cinco céntimos
- Debido a que estaba enfermo, no alcanzó a llegar dentro del plazo de pago con descuento.
- Presentó un parte para justificar el retraso, pero Tráfico le contestó que no podía eximirlo porque "la ley es la ley".
- Cambió 200 euros en monedas de céntimo para pagar con ellas como forma de protesta.
- Es la segunda vez que paga una multa en monedas.
Daniel Hidalgo, de 35 años, no busca convertirse en un personaje popular, sino "protestar" por lo que él entiende que es un abuso de la administración. El pasado lunes, acudió a la Jefatura provincial de Tráfico de Murcia a pagar una multa que le habían puesto por saltarse un semáforo. Si pagaba antes del día 1 de diciembre, la multa era de 100 euros, después de esa fecha, el importe subía a 200 euros.
Daniel, parado de larga duración, y colaborador ocasional de Vega Media Press, acudía con dos billetes de 50 euros y un parte para demostrar que había estado enfermo. Sus explicaciones para justificar su tardanza a la hora de pagar no fueron suficientes. El plazo para el pronto pago había expirado y tenía que pagar 200 euros.
"No queréis legalidad, pues la váis a tener"
"Me dijeron que la ley es la ley y que no se la podían saltar", explica Daniel a 20minutos.es. Enfadado y harto, se fue a su banco y pidió que le dieran 200 euros en monedas de uno, dos y cinco céntimos. "Unas 15.000 monedas," calcula. A las pocas horas, justo antes de la hora del cierre, a las 15 horas, se plantaba de nuevo frente a la caja para pagar. "No queréis legalidad, pues la váis a tener".
Según la Jefatura de Tráfico en Murcia, siguiendo el procedimiento habitual, se le explicó que debían quedarse con las bolsas para precintarlas delante de una cámara de seguridad y llevarlas al banco, donde se desprecintarían delante de otra cámara de vídeo y se procedería al recuento mediante unas máquinas específicas. Si la cantidad pagada correspondía con el importe de la multa, la deuda quedaría saldada. Daniel se negó en redondo a que se quedaran con el dinero sin que lo hubieran contado antes.
"Me decían que cómo se iban a poner a contarlas en ese momento, que aplicara el sentido común..., pero igual que antes me habían dicho que hubiera llamado a un familiar para pagarme la multa, pues que llamaran ellos a un amigo para ayudarles", dice ofendido. Se marchó después de reclamar por escrito.
En Tráfico dicen que ya conocen a Daniel. Hace cuatro o cinco años ya saldó otra multa de la misma forma: con una saca de monedas."Aquí todo el mundo lo ha tratado siempre con mucha educación y mucha profesionalidad, pero él es un maleducado, que viene siempre intentando provocar a los funcionarios y los amenaza diciendo que está grabando todo lo que dicen", cuenta un funcionario que prefiere mantener el anonimato. Dicen que incluso hay abogados que les han aconsejado denunciarlo por coacciones.
Si hubiera conocido a alguien, hubiera pagado con descuento
Daniel, casado y padre de dos hijos de corta edad, rechaza las acusaciones de falta de educación y explica que lo único que quiere es "protestar por la atención recibida". "Yo sé que los funcionarios son unos mandaos, pero también soy consciente de que si hubiera conocido a alguien allí, la multa se hubiera pagado el lunes con descuento".
La mañana de este miércoles ha acudido de nuevo a Tráfico para pagar parte de la multa. "Lo voy a hacer a plazos. Hoy les he llevado 50 euros en monedas. Cuando las cuenten y vean que me falta dinero, me tendrán que mandar una carta certificada para completar el pago. Volveré a pagar otros cincuenta y así seguiré hasta pagarlo todo".
Dice que su mujer no lo apoya, pero lo respeta, como muchos amigos, que le dicen que está "como una cabra", aunque hay quienes en voz baja le reconocen que "también a ellos les gustaría hacer lo mismo". Él ya está preparado para realizar una segunda entrega en pesadas bolsas de 6 o 7 kilos.
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