Hace poco tiempo, durante un acto en el Hotel Majestic de Barcelona, el catedrático de estructura económica Santiago Niño Becerra pronosticó que España no saldría de la crisis actual hasta el año 2025, y que esta situación podría llevar a la creación de un estado catalán propio. No sabemos si conscientemente o no, este prestigioso economista de la UB coincidía con los pronósticos de un heterodoxo ampurdanés.
Alexandre Deulofeu fue un farmacéutico, músico, historiador y vidente aficionado, que hizo una serie de predicciones que se han ido cumpliendo con una precisión alucinante. Las habilidades de este polifacético personaje tal vez estén relacionadas con la calle Monturiol de Figueres, donde su padre regentaba una farmacia. Justo al lado vivía Salvador Dalí, con quien compartiría una gran amistad. Tras licenciarse en farmacia y ciencias. En 1931, Deulofeu fue elegido presidente de las juventudes locales de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). Y en 1934, Alexandre publicaba el ensayo "Catalunya i la Europa futura", donde hizo sus primeras predicciones.
Amigo de Dalí y Colinas
Cuando estalló la Guerra Civil (1936-1939), el joven farmacéutico era el alcalde accidental de Figueres, ya que el titular había ido a una reunión en Barcelona. Dos años más tarde, harto del desbarajuste de aquel conflicto, se exilió en la ciudad de Montpellier. En Francia hizo varios oficios mientras estudiaba historia, experimentó con abonos químicos para hacer plantaciones sin tierra y se dedicó a tocar el piano y el violín por los cafés. Allí conoció a Francesc Pujols, con quien inicia una duradera colaboración. De vuelta a Catalunya, en 1951, publicaría "La matemática de la historia", su obra capital, con un largo prólogo de Colinas. Un libro que iría seguido, en 1961, "L'Empordà, bressol de l'art romànic" ("El Empordà, cuna del arte romanico"), en el que defendía que la cultura occidental en la Edad Media había nacido en el Rosellón y en el norte de Catalunya. En 1978 fue invitado a hacer una serie de conferencias en Argentina y poco después murió de cáncer, el 27 de diciembre de ese mismo año.
Su tesis defiende que cada civilización tiene una duración de 5.100 años, dividida en tres fases de 1.700 años cada una correspondientes a su ascenso, plenitud y decadencia. Los diversos imperios que surgen en cada uno de estos períodos tienen una extensión de 550 años, también divididos en tres fases de ascenso agresivo, plenitud conservadora y desintegración final. Bajo esta premisa, Alexandre Deulofeu comenzó estudiando la Grecia clásica, y pronto encontró que podía aplicar el mismo modelo en cualquier cultura. Por ejemplo, en 1934 predijo la Segunda Guerra Mundial y la derrota de la Alemania nazi. Según escribió, terminados los combates sólo quedarían vigentes los regímenes dictatoriales en España y Yugoslavia, un país que vaticinó que se desmembraría en diferentes estados independientes antes de terminar el siglo XX, hecho que ocurrió. Asimismo, pronosticó el fin del imperio inglés, del que no sólo se separarían la India y las colonias africanas, sino también Irlanda, Escocia y el País de Gales. Deulofeu dijo lo mismo del imperio francés, que acabaría viviendo una guerra civil.
Su pensamiento tiene relación con las ideas de Oswald Spengler y de Arnold J. Toynbee, que también enunciaron teorías sobre el carácter cíclico de las civilizaciones, pero sin alcanzar la medida matemática más precisa que expone Deulofeu.
Profecías cumplidas
Sin embargo, las predicciones más sorprendentes las hizo entre 1948 y 1951, cuando pronosticó la caída del comunismo. Según dejó escrito, la URSS se derrumbaría antes de terminar el siglo, justo después de la caída del Muro de Berlín. También pronosticó la victoria occidental en la Guerra Fría sin necesidad de combatir. Y la reunificación de Alemania en los alrededores del año 2000, lo que daría paso a una Europa unida. En su momento, Deulofeu defendió que la caída del comunismo en la URSS y a sus satélites no afectaría a los gobiernos comunistas de Extremo Oriente. En especial, en China, donde continuaría gracias a un régimen mixto que, sin abandonar el marxismo, aceptaría las reglas del mercado capitalista.
De todas las profecías que hizo Deulofeu, muchas aún deben cumplirse. El tiempo nos irá revelando qué grado de acierto tenía su sistema -medio matemático, medio esotérico- para adivinar el futuro de los países y las civilizaciones.
El caso del imperialismo español
El año 2029, el imperialismo español cumplirá 550 años de su existencia. Hay que tener en cuenta que 550 años es la duración media de todo imperialismo, según Deulofeu, pero la situación de este territorio dentro del ciclo de civilización todavía está en la fase de gran unificación, precisamente en el momento de máxima despersonalización del ser humano. Esto hace previsible una falta de entendimiento entre las diferentes naciones de las Españas, que dejarán de depender del cuerpo imperialista al que todavía están adosadas para pasar a formar parte de una Europa bajo el paraguas alemán. Deulofeu estipulaba, dentro de muchas otras predicciones de sus ciclos históricos, que España se desintegrará como estado unitario en el año 2029, vaticinio que sus seguidores más impacientes adelantan al 2017.
Haciendo un esfuerzo de previsión, es evidente que, con la buena voluntad de cada parte, pueden practicarse diferentes tipos de soluciones para que estos posibles conflictos mencionados, que la teoría cíclica de Alexandre Deulofeu permite prever, tengan unas mínimas consecuencias perniciosas
Impresionante vídeo resumen para conocer la teoría de la Matemática de la Historia del científico catalán Alexandre Deulofeu así como sus principales resultados y previsiones.
Artículo de Xavier Theros para el diario Ara y otras fuentes:
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