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lunes, 4 de enero de 2016

Antes #PressingCUP, ahora #PressingMAS

La CUP se ha ahogado en una coherencia tan inútil como retorcida. Los mayores beneficiados de la decisión tomada por los cupaires serán ERC y EN COMÚ PODEM según una reciente encuesta. Muchos de los que votaron a La CUP me han confesado que nunca volverán a votar a esa formación. Es obvio que La CUP se desangrará por su flanco más independentista y parte de su electorado se decantará por ERC en las próximas eleccioones  a no ser que haya una escisión que determine una CUP que otorgue prioridad a la independencia. Por otro lado, EN COMÚ PODEM es una candidatura de izquierda más moderada que La CUP, pero tiene mayor proyeccion mediática y el anuncio de la candidatura a la presidencia de la Generalitat de Ada Colau, puede que desangre a La CUP por el flanco menos independentista y más moderado de la izquierda. Unos cuantos internautas han subrayado que les indignaba que hubiera un 50% de cupaires que pudiesen votar a Artur Mas. "Esto no tiene remedio, ya estoy andando" decía un poeta mendigo japonés llamado Santoka. 

Ahora el independentismo catalán tiene que saltar otro obstáculo: el inmovilismo de Artur Mas a ceder el paso a un candidato que unifique las diferentes sensibilidades existentes en el seno del independentismo catalán. La CUP ha anunciado que votarían a favor y de forma unilateral a un candidato a la presidencia que fuera de ERC, también podría ser Raül Romeva.

Artur Mas ha dicho que "quiere plantar cara a Madrid y algunos de aquí" y parece que CDC apoya su inmovilismo. Democràcia i Llibertat (la nueva marca de CDC y de los escindidos de UDC) no se quieren dar cuenta de que la convocatoria de unas nuevas elecciones catalanas, otorgarían la victoria a ERC y en una segunda posición, ya no tendrían capacidad para imponer a un candidato. La única manera de que Artur Mas salga airoso es que ceda su lugara otro y se ocupe de labores diplomáticas a un nivel internacional.

Muchos se preguntarán porque  apoyo con tanta pasión el proceso soberanista en Catalunya sin ser catalán...

La única manera de zafarse del régimen de 1978 es fraguar una alternativa política. El proceso soberanista catalán es la alternativa opositora más consolidada que ha habido en muchos años dentro del estado español. La culminación del proceso independentista en Catalunya podría traer una revolución social no solo a Catalunya sino al resto del estado español por efecto dominó. No he apoyado la independencia de Catalunya por el mero capricho de la secesión sino por un pragmatismo revolucionario que busca un nuevo sistema más justo para todos los ciudadanos catalanes y del resto del estado español. La izquierda catalana podría formar un gobierno progresista en una república catalana independiente sin interferencias de la derecha cavernaria encarnada por el PP y CIUDADANOS.

El independentismo catalán necesita a los partidos políticos ERC, Democràcia i Llibertat, CUP e incluso a ECP, UDC y parte de los sectores decentes del PSC. La sociedad catalana debe presionar para lograr el mayor consenso posible. Las organizaciones civiles y transversales como ANC y Òmnium Cultural deben retomar su papel protagonista en el proceso soberanista para reforzar la unidad de acción. La crisis económica y los recortes han hartado a la mayoría que demanda de los políticos una política social más favorable con los más desfavorecidos.

Hay que mantener la cabeza fría; porque el plazo no se ha agotado y el proceso no se ha truncado. Pido calma a los compañeros y que no se tiren los trastos a ver si La CUP, CDC y Artur Mas recuperan la lucidez.

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