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lunes, 11 de marzo de 2019

El voto en caso de suspensión de autonomía, ilegalización de partidos o cambio en la ley electoral

En caso de suspensión de la autonomía y autogobierno de Catalunya y Euskadi u otras CC.AA., ilegalización de los partidos independentistas y nacionalistas, o que los partidos politicos del régimen cambien la ley electoral en su propio beneficio para que los partidos políticos no obtengan representación como propone Albert Rivera de elevar a un 3% el mínimo en la ley electoral en todo el territorio nacional para que un partido político tenga representación en el congreso de los diputados.

El voto en blanco favorece al partido político más votado o los más votados, que son los culpables de que este régimen de 1978 reprima las libertades y la democracia. Por lo tanto queda descartado. Alguien me recordó que había un partido llamado "Escaños en blanco", una formación que si conseguía escaño, se comprometía a dejarlo vacío durante la legislatura. ¿Se podría hacer un partido llamado "Escaños en blanco por Catalunya"? Supongo que sí, merecería la pena, no sé qué decirles. 

El voto nulo puede ser usado como voto de protesta porque no favorece a nadie a no ser que haya un voto nulo masivo que pueda dar una mala interpretación de los resultados electorales. Imaginen que hay unas elecciones al parlamento español, y haya un 50% de voto nulo y un 20% de voto para los partidos del régimen. Los partidos del régimen pueden aducir una participación del 70% para legitimar unos comicios en los que han obtenido unos resultados electorales pésimos.

Ejemplo: La izquierda abertzale fue ilegalizada en su momento bajo el pretexto de no condenar la violencia de ETA. En las elecciones vascas de 2009, la izquierda abertzale hizo campaña por el voto nulo, que superó los 100.000 sufragios, un total de un 8,84% de los votos emitidos, haciendo visible el malestar de una parte de la sociedad vasca que no podía votar la opción política que deseaba, en las pasadas elecciones, el voto nulo fue de un 4.035 votos. Aunque esta iniciativa tuvo relativo éxito, al final, la izquierda abertzale después de una serie de ilegalizaciones y complicaciones y al ver que ETA perdía fuelle, decidió condenar su violencia para poder presentarse en las elecciones sin complicaciones.

Abstención activa masiva

La abstención activa es una buena opción si se hace campaña por ella y resulta ser masiva. Si la abstención no es masiva, no se pone en cuestión al sistema. 

Ejemplo: El diario conservador español ABC acusa al PNV de tergiversar el referéndum del 1978 celebrado en el País Vasco para negar la Constitución española. El PNV alega la alta abstención que superó el 50% y dice que acata la Constitución española pero que no es su constitución ni la de la mayoría del pueblo vasco. El régimen español de 1978 dice que el referéndum del 1 de Octubre de 2018 además de ser ilegal, contó una participación inferior al 50% y aunque el "Sí" ganó de una forma aplastante, se escuda en esos argumentos para restarle validez a los resultados. El régimen usa la alta abstención para deslegitimar un referéndum, nosotros podremos usar la abstención activa masiva para deslegitimar su régimen. El diario conservador español ABC afirma que Catalunya es una de las 5 regiones donde el "Sí" obtuvo mejores resultados en el referéndum de 1978 y con una participación de más de 50%. Un hecho que el régimen de 1978 destaca y algunos unionistas echan en cara a los independentistas catalanes para asegurar que el pueblo catalán no quiere el cambio, aunque ha llovido más de 4 décadas desde la celebración de dicho referéndum constitucional y los catalanes voten en su mayoría a partidos que quieren la independencia o reformar la constitución.

Eso son las opciones que hay, además de votar a partidos políticos minoritarios que no tienen representación o crear partidos políticos nuevos con candidatos libres de polvo y paja para que el estado español no pueda ilegalizarlos.

Otro caso sería que el régimen de 1978 decidiese dar carpetazo definitivo al sufragio universal, algo que creo que no está tan lejos de qué ocurra.

El objetivo es dejar claro a la comunidad internacional que en España la democracia no es plena ni está consolidada como dice Felipe de Borbón.

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