EE.UU tiene bajo control a España desde la muerte del dictador Franco. Algunas fuentes aseguran que la "transición" fue diseñada en un despacho de la CIA. El atentado que costó la vida del Almirante Carrero Blanco y que fue atribuido a ETA, no hubiera posible sin la colaboración solapada de los servicios secretos estadounidenses. Con el asesinato del Almirante Carrero Blanco, se quitó de en medio a un personaje que apostaba por la continuidad del Franquismo en España y que apostaba por el desarrollo de un programa nuclear español que permitiría convertir a España en una potencia nuclear. La muerte de Carrero Blanco dejó vía libre a Juan Carlos de Borbón en la carrera por la sucesión en la jefatura del estado a la muerte del dictador Francisco Franco.
Un régimen con apariencia democrática para España con el beneplácito de EE.UU.
El Rey Juan Carlos I de España colaboró con la CIA. Algunos investigadores consideran la entrega de El Sahara (antigua colonia española) a Marruecos, fue el precio que Juan Carlos de Borbón tuvo que pagar para que EE.UU facilitase su acceso a la jefatura del estado español. El Partido Socialista Obrero Español (PSOE), principal fuerza de izquierdas en la oposición, mostraba una postura desfavorable a la entrada de España a la OTAN, pero misteriosamente, el PSOE cambió radicalmente su postura y apoyó la entrada en la OTAN en un referéndum. El Partido Comunista Español (PCE) liderado por Santiago Carrillo, fue moderando su discurso crítico con la monarquía y favorable a una república, después de una entrevista del Rey de España con el presidente de Romanía, Nicolai Ceacescu. Los diferentes movimientos de ultraderecha fueron perdiendo fuerza. EE.UU quería que el régimen adoptase una apariencia democrática bajo el modelo de monarquía parlamentaria: su deseo, se convirtió en realidad.
El desgaste del bipartidismo PPSOE y el ascenso de la izquierda radical
En la actualidad, existe una crisis económica, política e institucional en España de una intensidad similar a la crisis vivida en 1978. El regimen nacido en el año 1978 está moribundo pero los EE.UU. no están dispuestos a perder el control sobre España. Los partidos políticos mayoritarios PP (derecha) y PSOE (izquierda), al igual que la monarquía, han sufrido un desgaste enorme en su imagen causada por su corrupta hipocresía y la ostentación de riqueza. Para su desgracia, la izquierda radical ha ascendido electoralmente y de forma espectacular, en las últimas elecciones al Parlamento Europeo celebradas en España. Algunas encuestas aseguran que la coalición comunista "Podemos" obtendría entre 30 y 56- 58 escaños de celebrarse elecciones generales hoy.
¿Existe una hoja de ruta diseñada para garantizar la supervivencia del régimen?
EE.UU exigirá la dimisión del presidente actual de España Mariano Rajoy (PP) que sería aceptada por rey Felipe VI. Después,, los partidos mayoritarios (PP y PSOE) apoyarían un gobierno de concentración nacional formado por tecnócratas y presidido por una persona carismática, tal como sucedió en Italia con el apoyo de los partidos mayoritarios al gobierno tenocrático liderado por Monti. Esta maniobra cerraría el paso a los partidos de la izquierda emergentes y trataría de impedir su acceso al poder. El régimen no es partidario de celebrar ningún referéndum, pero si no tuviese mas remedio que organizarlo, dicha consulta, consistiría en una reforma de la actual constitución española para cambiar esta monarquía parlamentaria dotada de un sistema autonómico asimétrico, por un estado federal que incluiría a la monarquía.
El desafio secesionista catalán puede dar lugar a un nuevo 23-F
Los independentistas catalanes continúan promoviendo la secesión de Catalunya y el estado español no lo va a permitir. Este proceso de secesión podría suponer la intervención en Catalunya del ejército español y la suspensión de la autonomía en Catalunya. Además, se podría declaración del estado de excepción y el toque de queda, si se produjeren disturbios graves. España podría sufrir un golpe de estado similar al golpe de estado del 23-F. La inestabilidad y la crispación en los próximos meses, supondrán una prueba de fuego para el futuro rey de España Felipe VI, que podrá reforzar la monarquía o destruirla.
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