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martes, 24 de enero de 2017

En defensa de la CUP

Yo pedí el voto para La CUP en las últimas elecciones catalanas pero después de varias asambleas esperpénticas donde un grupo reducido de militantes catalanes de La CUP decidía el futuro de toda Catalunya y que casi nos produce un infarto, me sentí algo defraudado... y a muchos independentistas catalanes también les pasó lo mismo.



Nunca entendí muy bien la obsesión de La CUP de exigir la cabeza de Artur Mas a cambio de brindar apoyo a Junts Pel Sí y  sustituir un dirigente de CDC como Artur Mas por otro como Carles Puigdemont para que sea President de la Generalitat. Eso no cambiaba las cosas en el Govern pero entiendo los motivos: los dirigentes de La CUP tenían que contentar a gran parte de sus bases más anticapitalistas  que no pueden ver delante a algunos dirigentes de CDC.

La imagen de La CUP acabó dañada por una intensa campaña mediática del régimen español y por la tensión padecida durante semanas de dura discusión. Esa presunción de independentismo de toda la vida, de radicalidad revolucionaria y de coherencia se desvanecía por momentos, cuando La CUP tuvo  que tomar una de las decisiones más importantes para Catalunya: Seguir bajo el yugo de un gobierno español heredero ideológico del Franquismo y de la monarquía española de Los Borbones que tanto daño hicieron a los catalanes (Leer "La represión borbónica posterior al 1714 no tuvo precedentes en brutalidad") o buscar una alianza con otras fuerzas políticas catalanas y democráticas para constituir una república catalana independiente. 

Cualquier cupaire que tenga dos dedos de frente lo tendría claro: "Si soy anticapitalista e independentista y solo tengo dos opciones, escogeré la mejor posible o menos mala y está claro que la peor república catalana independiente siempre será mejor que la mejor monarquía española con un gobierno de un partido fundado por un ex ministro franquista"... pero en La CUP había voces que seguían gritando "anticapitalistas, anticapitalistas, anticapitalistas..." a pesar de que Artur Mas retiró su candidatura  a president de la Generalitat. Algunos cupaires no querían darse cuenta, que vetar en todo a Junts Pel Sí, era quedarse en un país de capitalismo de amiguetes como es el Reino de España.

Si alguno se considera independentista y anticapitalista, se siente defraudado por La CUP y  cree que EN COMÚ PODEM es mejor opción que ERC, le pido que reflexione un poco antes de tirar su voto a la basura.




Algunos votantes de La CUP simpatizan con EN COMÚ PODEM (ECP) y UNIDOS PODEMOS por ser de izquierdas, incluso les votan en las elecciones españolas porque La CUP no se presenta. Esos votantes "anticapitalistas" no se quieren dar cuenta que la situación política en España es mucho peor que en Catalunya. UNIDOS PODEMOS está condenado a pactar con un PSOE con pasado de terrorismo de estado y corrupción, que dice ser de izquierdas cuando ha quedado claro que no lo es. ¿Qué aliados tiene UNIDOS PODEMOS en España? Ninguno más que los partidos políticos independentistas y nacionalistas de izquierda, centro y derecha. UNIDOS PODEMOS ha pactado con la derecha del EAJ-PNV en Navarra que está integrado en Nafarroa Bai y Pablo Iglesias hablaba de formar un gobierno progresista en España con los votos de de los nacionalistas catalanes de CDC (ahora PDECAT) y los vascos del EAJ-PNV. UNIDOS PODEMOS pretendía hacer en España lo que el sector más independentista de La CUP está haciendo en Catalunya y que fue tan criticado por el sector más anticapitalista de La CUP: pactar con la derecha democrática para conseguir algo que siempre es mejor que nada. UNIDOS PODEMOS en las elecciones catalanas  dice que CDC y PP son lo mismo pero después quiere contar con CDC (ahora PDECAT) en un gobierno de coalición progresista pero en España, no en Catalunya. 

La CUP es lo que es, un partido  de izquierda radical, republicano, anticapitalista, antiUE, antiOTAN y defensor de la independencia de Catalunya de los Països Catalans, asambleario y los que no tienen afinidad ideológica tienen que entenderles, no pueden ni deben renunciar a sus ideas...pero La CUP también tiene que entender que si no suman en un proyecto común de una república catalana social y democrática, restan. Como diría Lenin: Si no eres parte de la solución, eres parte del problema.

No hay ningún partido político independentista, soberanista o unionista que disponga de mayoría absoluta para gobernar Catalunya con su programa político. La necesidad de alcanzar acuerdos puntuales para lograr el derecho de autodeterrminación y la independencia de Catalunya es una necesidad y viendo que en El Reino de España se piden 2 años y medio de prisión por hacer chistes sobre Carrero Blanco, me atrevería a decir que la independencia de Catalunya ya es una cuestión de higiene mental.
Los independentistas catalanes necesitamos el espíritu de rebeldía de los cupaires, que corra la sangre revolucionaria por nuestras venas.

La CUP se enfrenta a un grave problema en las próximas elecciones catalanas. Según las encuestas, puede perder algunos votos por el flanco independentista pero también por el flanco anticapitalista y me da pena que un partido como La CUP vaya a menos y no a más en los tiempos que corren. Los independentistas catalanes necesitamos el espíritu de rebeldía de los cupaires, que corra la sangre revolucionaria por nuestras venas.

Algunos independentistas catalanes votantes de Junts Pel Sí también sienten una fobia injustificada por La CUP y creen que  los cupaires se comportan de modo infantil e inmaduro. Por ejemplo, algunos de sus militantes quemaron fotos de Felipe VI y fueron detenidos. Lo cierto es que los cupaires siguieron el ejemplo de Mahatma Gandhi, que participó en la quema de certificados o pases que identificaban a los hombres por el color de su piel como protesta. Gandhi desafió al Imperio Británico y venció. Gandhi decía: "Me conformo con un paso". Gandhi y sus seguidores dieron muchos pasos que podrían considerarse actos "infantiles e inmaduros", pero al final consiguieron su propósito: la independencia de La India.



Un gobierno progresista en España es una quimera imposible pero una república catalana democrática y social es posible. Necesitamos que el independentista izquierda radical vote y si no quiere votar a ERC, que siga votando a La CUP pero que no vote a EN COMÚ PODEM hasta que no se aclaren de una vez y apuesten por una república catalana sin ambigüedades.

Necesitamos ser mayoría, necesitamos ser mayoría absoluta para luchar y ganar la libertad de Catalunya.

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