Al parecer, webs como http://www.okupatutambien.net/ están teniendo mucho éxito a la hora de distribuir un manual "okupa" que está arrasando en Internet pero que preocupa a los fondos de inversión. Viendo que esto es una casa de...ejem, aparecen algunos dispuestos a tomar por la brava lo que consideran que es suyo. Lo que proponen estos okupas no es una solución integral a la injusticia generada por el sistema sino una opción personal para aquellos que no tienen vivienda o le guste okupar propiedades privadas ajenas para crear espacios autogestionados.
Está en la red. Al alcance de cualquiera y está sacando de quicio a buena parte del sector inmobiliario, en especial a los fondos de inversión y a quienes lidian con ellos a diario para cerrar operaciones inmobiliarias en España.
Se trata de un ‘Manual de Okupación’ en toda regla y está colgado en la web www.okupatutambién.net. Una guía, que no un tratado, según sus autores, muy completo. Con sus objetivos: “acercar la okupación a toda persona interesada en salir del mercado inmobiliario y disfrutar de un espacio digno sin pagar ni un duro a quienes tratan de robarnos la vida cada día”. Datos que la justifican: “existen 100 viviendas por cada persona sin hogar”. Hasta un completo plan de actuación sobre cómo identificar la vivienda o el edificio aokupar, pasando por un plan de entrada al inmueble, consejos sobre cómo reventar las cerraduras y atrincherarse en él para evitar el desalojo tanto por parte de la policía como de los propietarios del mismo o cómo asegurarse el suministro de agua y electricidad.
También incluye un amplio abanico de consejos y asesoramiento legal sobre las consecuencias de okupar una vivienda y las estrategias de defensa en los tribunales. "Esta guía es tan antigua como la Humanidad, y expertos hay tantos como personas que okupan”, recoge el manual en su introducción.
“Sí sí, yo también lo conozco”, reconocía Juan Barba, director de Activos Inmobiliarios de Sareb en unas jornadas en Madrid organizadas por la Asociación de Consultores Inmobiliarios (ACI) . “Yo me he leído sus más de 100 páginas y no tienen desperdicio”, añadía Ismael Clemente, director general de Magic Real Estate, un servicer español que gestiona fondos de Blackstone, el gigante estadounidense que ha entradp con fuerza este verano en el mercado inmobiliario español con la compra de más de 1.800 viviendas en alquiler de la Empresa Municipal de la Vivienda y el Suelo de Madrid (EMVS) y que actualmente, está en la puja, junto a otras firmas como Goldman Sachs, por otras 1.500 viviendas de la Comunidad de Madrid.
Un breve alusión al manual pero que traslucía cierta preocupación entre unos profesionales que llevan meses insistiendo en la necesidad de una mayor seguridad jurídicaen España en torno un mercado, el del alquiler, que se ha convertido en principal objetivo inversor de los grandes fondos internacionales. "Se están centrando en viviendas terminadas con inquilinos y con unos ingresos por rentasasegurados en grandes ciudades como Madrid, donde hay una elevada demanda y los salarios de muchos ciudadanos sí dan para permitirse un alquiler", apuntaba recientemente aBloomberg Fernando Encinar, director de Estudios y socio fundador de idealista.com. "En España, como en Estados Unidos, Blackstone quiere comprar barato tras el pinchazo inmobiliario, apostando por un aumento de la demanda en el mercado del alquiler ante las dificultades de muchos ciudadanos para acceder a una hipoteca", apuntaba el portal de finanzas.
Un apetito comprador que no ayudan a alimentar la existencia de este tipo demovimientos okupas ni la lentitud de la justicia en resolver este tipo de situaciones, tal y como lamentaban muchos de los presentes en esas jornadas.
Precisamente el apartado dedicado a la defensa jurídica de los okupantes es el más extenso de todos. Con múltiples referencias al Código Penal, en él se detallan los posibles cargos, multas y condenas a los que se puede enfrentar un okupa durante el transcurso de una okupación -usurpación, daños, resistencia, desobediencia, atentado a la autoridad...-, cómo suele desarrollarse un proceso penal, así como las estrategias a seguir en la defensa jurídica tanto si se trata de un procedimiento penal como civil.
"Aunque este apartado asuste un poco, lo cierto es que, una vez que aprendes todas estas cosas, no es tan difícil como parece. Se puede lidiar con todo esto y salir bien parado de una okupación. Nunca suceden todas estas cosas a la vez, y la mayoría de las veces suceden muy pocas. En cualquier caso, es importante que conozcas tus derechos y las situaciones en las que te puedes llegar a encontrar para tomar las decisiones adecuadas en cada momento", recoge el manual.
Cuantos más, mejor
"La propiedad de un inmueble que se encuentra abandonado a la espera del momento oportuno para obtener el máximo beneficio es un lujo en una sociedad en la que millones de personas se dejan la vida en el trabajo para poder pagar los desorbitados precios de un mercado inflado por la especulación del ladrillo", justifican los autores de sus páginas en las que se recoge, por ejemplo, cómo resulta mucho más eficaz y es recomendable no lanzarse a la okupación en solitario.
“Tú solo no puedes, con amigos sí. Para un piso, o una casa discreta, quizá puedas hacerlo hasta solo, aunque es más que recomendable que cuentes con un grupo de apoyo para permanencias, curro, por si viene la policía… En cualquier caso, cuantos más seáis mejor, sobre todo en los primeros momentos de tensión con la policía y la propiedad, en los que el factor número juega muy a vuestro favor", recoge el documento en el que se ofrecen, por ejemplo, pistas para saber si una casa está abandonada o no como el polvo, la basura en el interior, la suciedad en las ventanas, cartas acumuladas sin recoger, luces apagadas a todas horas…"
Marcar la casa a 'okupar'
"No obstante, para estar más seguros, es aconsejable marcar la puerta con alguna señal discreta, para no alertar a la propiedad de que su inmueble está siendo controlado. Una pegatina de cerrajería de las miles que hay en nuestros portales se puede pegar entre la hoja y el marco de la puerta. Si la vamos controlando periódicamente podemos saber cuándo ha sido abierta la puerta al ver la pegatina rota. Meter un papel de publicidad entre la hoja y el marco también puede servir".
Existiendo miles de viviendas vacías, no hay porque elegir una ruina que pueda ser peligrosaLos autores del manual consideran que el estado del inmueble es muy importante a la hora de tener en cuenta la okupación ya que, "existiendo miles de viviendas vacías, no hay porque elegir una ruina que pueda ser peligrosa, necesite un trabajo y dinero abrumadores, e incluso pueda conducir a un desalojo cautelar para garantizar la integridad física de los habitantes. De hecho, existen edificios de nueva construcción, completamente acabados o casi, abandonados por el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, dispuestos a serokupados como podrían serlo otros más viejos".
Momento del asalto
"Debemos inutilizar las cerraduras con soldadura en frío, o con un palillo y Superglue, por ejemplo, para que el propietario no pueda acceder con su llave", son algunos de los consejos una vez dentro de la vivienda. "Es importante que todo el material sospechoso de haber sido utilizado para okupar (escalera, palanca, cizalla, taladro, etc.) desaparezca lo antes posible para evitar que lo encuentre la policía". Y añade que "lo que debería llevar una mochila para entrar sería: destornilladores, martillo, cortafríos, frontales, cerradura (FAC), alicates, tornillos de roscachapa, comida, agua, ropa de abrigo si es necesaria, saco de dormir, tampones o compresas, móvil cargado, y DNI. Puede que pasemos dentro bastantes horas antes de que podamos salir o que puedan entrar cosas del exterior".
Una vez dentro
"Lo primero que debemos hacer es asegurar la puerta de entrada. No abráis la puerta bajo ningún concepto, ya que en ese momento podrían entrar a la fuerza y sacaros. En principio, la policía no puede entrar salvo que os hayan pillado in fraganti, o tenga una orden del juez", recoge el manual en el que se recomienda llevar una pancarta con algún símbolo o lema típico okupa "para sacar por la ventana puede ayudar a quitarles la idea del robo de la cabeza".
"Ante la policía no sabéis nada, ni cuánta gente hay, ni sus nombres, sólo motes, ni si hay luz, ni agua, te abren desde dentro, o te tiran la llaves… En definitiva, pensarán que les estáis vacilando (y tendrán razón)".
Consejos de fontanería, electricidad y bricolaje
No faltan tampoco consejos, una vez okupada la vivienda, para asegurarse el suministro de agua y de electricidad. "De forma temporal, si no tienes agua y encuentras un/a vecino muy, muy enrollado, a lo mejor te pueden pasar una manguera hasta la casa y acordar con él pagarle una parte de su factura, pero hay que reconocer que es algo bastante incómodo para todo el mundo". Si la llave de paso está bloqueda, señala el manual, siempre "puedes montar tu propia instalación de agua.
Algo parecido sucede con el tema de la electricidad, donde se incluye incluso algún dibujo para ayudar con la instalación eléctrica (ver imagen). No obstante, advierte, "ojo con la luz, si no sabes lo que estás haciendo mejor que no lo hagas, es muy peligroso: la electricidad podría matarte".
Cuidado con los matones
En el manual también tienen cabida anécdotas y casos reales de los que aprender en futuas okupaciones. "Pueden darse supuestos más desagradables como un desalojo con una orden del juez en las primeras horas, amenazas, fundadas o no, por parte del propietario, o recibir la visita de matones a sueldo. Un grupo decidió entrar en una casa sin conocer exactamente quiénes eran los propietarios. Resultaron ser dos macarras que se presentaron a las pocas horas con una furgoneta cargada de matones, enchufaron una radial en el bar que había enfrente y despedazaron la puerta. Les sacaron sin darles tiempo ni a coger las cosas que allí tenían".
De hecho, el manual habla de los matones en sus dos versiones, "a sueldo o los propierarixs en persona pueden aparecer con ladridos de advertencia, para los que debemos mantenernos firmes (por lo menos de cara a ellos), o al abordaje con palos y cadenas. La amenaza de matones es frecuente cuando tratamos con pequeños propietarixs, pero no cuando tratamos con grandes inmobiliarias, constructoras, etcétera, puesto que tienen sus equipos jurídicos para encargarse del asunto".
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