Cuando una persona está sola ante el peligro frente al estado español, son pocas las veces que la persona oye decir expresiones como: "Quédate" y casi siempre las oye cuando la mar está en calma y la mayoría de las veces, es porque piensan que pueden sacar algo de esa persona. Cuando el estado español desata una caza de brujas contra una persona que está sola, suele recibir de personas de un pueblo llano políticamente correcto y que colabora servilmente con el estado, respuestas del tipo: "Aquí no se puede estar... tienes que marcharte".. por no decir cosas más fuertes.
Por fortuna y por desgracia, el independentismo catalán no está formado por cuatro gatos y un tambor. Son muchos, demasiados. Si solo hubiera un independentista catalán en España hace tiempo que le hubieran dicho: "Aquí no se puede estar ...tienes que marcharte."
Ante el conflicto catalán, el unionismo está dividido a la hora de dar una respuesta unánime a los independentistas catalanes. Unos unionistas hablan de invadir militarmente Catalunya y rememoran la "España, una grande y libre". Otros unionistas hablan de aplicar la ley, esa ley de la que se acuerdan y reforman cuando les conviene. Los unionistas que pintan poco o nada son los que emplean "técnicas de seducción" y dicen a los catalanes: ¡Quédaos!
Pero ante un unionismo dividido, hay que saber quien es el que manda. El que apunta el cañón del tanque leopard de juguete hacia Catalunya, ese es el campeón.
Yo sueño con un nuevo país, donde nadie por orden de un estado oportunista y fascista tenga que oír: Aquí no se puede estar, tienes que marcharte" y donde nadie tenga que oír "No os podéis ir...quédaos (por interés".
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