Siempre he sentido curiosidad por los políticos que se afanan en conseguir el mayor número de votos posibles y discriminan a sus votantes potenciales por su origen, como ha hecho Pablo Iglesias con los catalanes de origen andaluz y extremeño. Llega el Mesías al mitin donde cree que se va a encontrar una congregación de ovejas marginadas y descarriadas y les pide sacar los dientes para echar a Artur Mas del poder. No hacía muchos días, un veterano sindicalista andaluz llamado Diego Cañamero fue detenido por las Fuerzas de Seguridad. ¿Pablo Iglesias y PODEMOS pidió a los andaluces, extremeños y catalanes de origen andaluz y extremeño que sacasen los dientes ante tan infame detención? Pues no, se limitaron a lamentar en un comunicado las detenciones de "quienes ponen su cuerpo ante las injusticias" y ahí quedó todo. Dudo bastante, que un partido político que no saque los dientes por sus compañeros detenidos (Diego Cañamero es de PODEMOS) vaya a hacer algo por los ciudadanos de a pie, sean catalanes o españoles.
— J.Y.JEANNERET-DANNER (@abuelaenfadada) septiembre 19, 2015
Ultimamente, cuando Pablo Iglesias abre la boca sobre Catalunya se equivoca. PODEMOS y Catalunya Si Es Que Pot critican a La CUP por apoyar la independencia junto a la candidatura Junts Pel Sí formada por ERC, CDC y una serie de candidatos independientes. Atacan a Artur Mas y CDC por ser de centro-derecha y tener un pasado de corrupción, cuando Iniciativa per Catalunya Verds aunque no sea de centro-derecha también tiene casos de corrupción en su trayectoria. La izquierda catalanista y la izquierda española deberían repasar la historia de España y Catalunya y recordar que durante la Guerra Civil Española (1936-1939), la izquierda republicana luchaba junto al EAJ-PNV, Unió Democràtica de Catalunya (UDC) o el Partido Galeguista (formaciones políticas nacionalistas de derechas), contra el bando nacional de Francisco Franco. Los independentistas catalanes nunca echamos en cara a PODEMOS, Catalunya Si Es Que Pot o IU esas historias del pasado, pero ellos a veces, en un ejercicio de soberbia si lo hacen.
Pablo Iglesias se jactaba que no le verían abrazarse a Artur Mas como hizo David Fernández de La CUP, pero vimos como regaló un pack de DVDs al Rey Felipe VI y antes de eso, en una entrevista, Pablo Iglesias dijo que el régimen comunista de Corea del Norte era una monarquía, y para él la monarquías son de derechas. Pero para Pablo Iglesias y PODEMOS abrir un debate sobre la continuidad de la monarquía de derechas no es una prioridad pero echar a Artur Mas si lo es, a pesar de que ambos son de derechas. PODEMOS quiere enredar a los votantes de Catalunya Si Es Que Pot en una lucha ciega contra el independentismo catalán por intereses castuzos, arrastrar los votos de los independentistas tibios para que los independentistas catalanes no logren culminar su sueño: una república catalana independiente y que después venga lo que el pueblo desee. Parece que la única ambición que queda en PODEMOS es ser el tonto útil de La Casta española aterrorizada con el independentismo catalán, ocupar poltronas y fingir una lucha eterna en inferioridad numérica contra un régimen que no acaba de caer; porque la izquierda republicana española como diría el cantante Joaquín Sabina, está hecha una mierda.
El Mesías de la coleta dice a los catalanes: "En lugar de huir de Rajoy, ¿por qué no lo echamos juntos? Yo me pregunto: ¿Para qué gobierne el PSOE con un largo historial de corrupción y terrorismo de estado y repetir la misma cantinela de las últimas décadas en Catalunya y en España? No, gracias. Pero si quieres, te explico la razón; porque PODEMOS no va a ser ni la segunda fuerza política en las elecciones generales; porque no sólo huimos de Rajoy sino de los falsos profetas monárquicos pseudorevolucionarios y de profesión sus ambigüedades, porque sabemos perfectamente que los unionistas del buen rollito: ¡Quédaos! no pintan nada en la escena política española.
— jose Abolafia Quero (@abo_quero) septiembre 21, 2015
Pablo Iglesias pide a los catalanes que se queden en España para aguantar una monarquía y un gobierno del PP o del PSOE, en vez de apoyar una república catalana independiente. PODEMOS y Catalunya Si Es Que Pot no se quieren dar cuenta de que para abrir un proceso constituyente o reformar la constitución, hacen falta el apoyo de 2/3 del congreso de los diputados y del senado de España. PODEMOS, lo que queda de IU y los pequeños partidos nacionalistas de izquierdas y de derechas (los más interesados en esa reforma constitucional) no suman ni de lejos los 2/3 necesarios. Iñigo Errejón (dirigente de PODEMOS) dijo que estaba de acuerdo en reformar la constitución pero que necesitaba el apoyo de la gente y un amplio consenso para llevar a cabo tal reforma. ¿Cómo lo van a hacer sin en las últimas encuestas PODEMOS ha perdido apoyo electoral?
— jose Abolafia Quero (@abo_quero) septiembre 21, 2015
Los votantes de Catalunya Si Es Que Pot tienen que darse cuenta de que en la política española no hay milagros,que todo está atado y bien atado. El que quiera cambiar las cosas, tendrá que mojarse. Estamos ante un callejón sin salida, no queda otro remedio que coger pico y pala y derribar el muro para continuar el camino hacia la independencia, y aunque suene disparatado, resulta más sencillo de conseguir eso que cambiar la Constitución Española secuestrada por La Casta.
Catalunya Si Es Que Pot queremos que estéis con nosotros, no contra nosotros; porque queremos cambiar las cosas, porque solo tenemos miedo a que todo siga igual; porque esta Comunidad Autónoma es como el fruto podrido de un árbol podrido llamado estado español: ningún árbol sano da frutos podridos. Es hora de cortar este árbol podrido y plantar uno nuevo; construir un nuevo país. Podréis subiros al carro del independentismo o quedaros ahí con vuestra quimera imposible de "Si se puede" rodeado de enemigos por todas partes.
Nos llamarán locos por luchar por la independencia y algunos repetirán que es una cortina de humo. Preferimos eso a iniciar una revolución cuando ya sea demasiado tarde, sin ningún ideal y mucha infamia, fruto de la desesperación que produce el hambre y la miseria.
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