A lo largo de la historia, muchas personas o colectivos de diversa índole se han visto obligados a realizar una huelga de hambre para que el poder o el enemigo (a veces poder y enemigo son sinónimos) atendiesen sus reinvidicaciones o como gesto de protesta ante una situación denigrante que vulneraba los derechos y libertades de los participantes en este tipo de protestas. En algunos casos, se atendió todo o parte de las peticiones de los huelguistas, en otros casos no hubo acuerdo y los protagonistas de la huelga de hambre, terminaron con un serio desgaste físico y secuelas, también hubo muchas muertes, consecuencia de la privación de alimento e incluso líquidos. En caso, de verse entre la espada y la pared la huelga de hambre puede ser una alternativa a considerarse, pues el impacto emocional y a veces mediático en la sociedad o en el entorno de familiares, amigos, simpatizantess y militantes del colectivo (si lo hubiere) suele ser de vital importancia.
En Europa, La Huelga de hambre de 1981 en Irlanda del Norte llevada a cabo por presos de la organización armada republicana irlandesa IRA, se hicieron famosas en todo el mundo. Las protestas comenzaron con la Protesta de la Manta de 1976, cuando el Gobierno Británico denegó el Estatus de Categoría Especial para los paramilitares convictos. En 1978, después de que varios presos fueran atacados mientras vaciaban sus orinales, la protesta se convirtió en una Protesta Sucia, en la que los prisioneros se negaban a lavarse y embadurnaban las paredes de su celda con excrementos. En 1980, siete presos participaron en una primera huelga de hambre, que finalizó tras 53 días.
En dicha huelga, que fue desconvocada después de que diez prisioneros fallecieran, incluyendo al líder de la huelga, Bobby Sands, a cuyo funeral asistieron unas 100.000 personas. El gobierno británico accedió a las peticiones de los huelguistas después de que cesasen en su actitud. e hizo que se radicalizase la política nacionalista y convirtiese a Sinn Féin, hasta entonces un partido minoritario, en una fuerza política de primer orden.
En España, hubo una huelga de hambre con gran impacto mediático y similar en cuanto a las terribles consecuencias a la realizada por los presos del IRA. Dicha huelga de hambre, fue llevada a cabo por los presos de la organización armada GRAPO. La reinvidicación de los huelguistas se centraba entre otras cosas, en el reagrupamiento de los presos de esta banda armada, después de ser sometidos a una brutal dispersión por parte del gobierno español. Durante la huelga, los presos de los GRAPO demostraron firmeza y determinación de llegar hasta las últimas consecuencias, por lo que el estado español optó por alimentarlos a la fuerza de diversas maneras. A pesar de tomar estas medidas que prolongaban el sufrimiento de los huelguistas, murieron dos presos de los GRAPO y el resto terminaron padeciendo terribles secuelas físicas.
No es mi intención describir todas las huelgas de hambre realizadas en España, sino describir brevemente como se lleva a cabo una huelga de hambre.
El ultra español Juanma Crespo en su libro "Memorias de un ultra" estuvo en prisión y contó con el asesoramiento de presos de ETA y de presos de los GRAPO con los que convivió en la cárcel, entablando cierta amistad. Ante lo que Juanma Crespo consideraba una injusticia de las autoridades penitenciarias hacia su persona, el ultra español decidió iniciar una huelga de hambre, siguiendo los consejos de sus compañeros de prisión.
Consejos en caso de hacer una huelga de hambre- Beber diariamente, aunque no tuviera sed, entre 6 y 9 litros de agua
- Realizar el menor ejercicio posible.
- Recomendación de renuncia inmediata a seguir con la huelga de hambre en caso de resfriado o gripe, sin entrar en detalles, aunque supongo que es debido.
El ultra español, Ricardo Saez de Ynestrillas estuvo en prisión y ante la tardanza en recibir el tercer grado penitenciario, decidió realizar una "huelga de hambre y de sed". Ricardo Saez de Ynestrillas hizo estas declaraciones a un medio ultra y recogida por http://www.nodo50.org/ y ofrece detalles al respecto.
En una huelga de hambre y de sed, una persona sana puede sobrevivir entre 5 o 7 días en caso de temperatura normal.
"Estoy al corriente y agradezco efusivamente cuanto aliento y apoyo me brindasteis en el transcurso de mi huelga de sed y hambre. Aunque los medios de comunicación trataron de desvirtuarla y minimizarla he de aclarar que una persona sana, a un temperatura normal-templada, puede soportar entre cinco y siete días antes de fallecer. Cuando yo realicé la huelga atravesábamos temperaturas que superaban los 40 grados, y en el momento en que la dirección de la cárcel cedió, ante mi determinación, yo llevaba cinco días sin probar una gota de líquido ni sólido alguno. Mi familia y algunos camaradas se movilizaron inmediatamente y en el mismo instante del comienzo de la huelga-sincronizados por teléfono- se concentraron en la puerta de la prisión en muestra de solidaridad y apoyo. Otros (y alguno de los mismos ) colaboraron en las pegadas de carteles que se hicieron al efecto, tanto en Segovia como en Madrid, Málaga y otras ciudades, y también a todos ellos debo aprovechar la ocasión para enviarles desde aquí mi más sincera gratitud y mi máximo reconocimiento. Mi salud se recuperó lentamente y en la actualidad es magnífica."
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