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sábado, 8 de junio de 2013

Falta actitud y cultura política en el #15M: compara las protestas en España celebradas hace varias décadas con las actuales

El  saludo con el puño cerrado de militantes de izquierda
denota una actitud de mayor energía, actitud y determinación
Lo mismo se podría decir del saludo a la romana de los grupos fascistas
La manera de expresar su descontento durante las jornadas del 15-M
 reflejan falta de  actitud
Las manos relajadas con los dedos separados
parece que están siendo víctimas
de un atraco y consienten que les roben.
Uno de los problemas actuales de muchos activistas  es que su compromiso no es muy firme y carecen de disciplina exceptuando para eventos excepcionales. Alguien me comentó y con razón, la falta de actitud de los que participan en las manifestaciones en la calle, después de ver la concentración en torno al congreso de los diputados convocada por la plataforma del 25-S. Actitud no implica violencia,  es una conducta que refleja arrojo, firmeza y determinación.
La carencia de unas ideas claras y la no determinación a la hora de buscar soluciones, explica la deriva de la #spanishrevolution
Un ex-dirigente del PCE tachó de levanta-manitos y come-flores  a un sector del 15-M. Su "actitud" es mas complaciente, la carencia de contenido ideológico claro o de una alternativa de los nuevos movimientos sociales, quizá sean las causas de la indolencia de una parte importante de sus activistas.

Actitud no implica violencia,  es una conducta que refleja arrojo, firmeza y determinación.
El marxismo, el anarquismo y otras ideologías políticas tradicionales, al margen de sus defectos, tenían una serie de intelectuales a  su servicio, que proponían modelos alternativos al régimen que querían cambiar. Sus libros fueron leídos por multitud de jóvenes y no tan jóvenes, personas que depositaron su fe en un cambio real, porque creían ciegamente que existía una alternativa sólida.



El espíritu de lucha, unidad, solidaridad y entrega que transmiten los participantes en las manifestaciones de protesta ocurridas en el estado español durante década de los 70 y 80 es evidente y tiene poco que ver con la mayoría de las manifestaciones que se realizan hoy en día. Hay que recupera ese espíritu y quizá se consiga demasiado tarde.

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